Resignación.

        Estos dos últimos días han resultado bastante 'durillos'. No es que en general sean fáciles, pero estos últimos han sido más difíciles que los anteriores.

        Cada día hay que cumplir con las obligaciones profesionales del trabajo con el que nos ganamos ya sea el vivir ya sea el sobrevivir. Y mejor que no nos falten, porque si se acaban se acaba todo. El problema es cuando junto a estas obligaciones tienes que hacer frente a todas las nuevas 'obligaciones' que la debida obediencia a un Ama especialmente estricta y exigente llevan consigo.

       Porque además de atender a todas estas nuevas tareas, hay que hacerlo de forma que ni afecten a las obligaciones cotidianas, ni se noten. Como se suele decir, hay que hacerlo todo con una sonrisa en la boca.

       Por ejemplo, si de repente suena el teléfono de casa o el teléfono particular de la oficina, hay que disimular como si no pasara nada aunque el pulso se acelere de repente, mientras se intenta ya sea atender a la conversación que se desarrolla en el primer caso, ya sea disimulando una conversación 'profesional' en el segundo.Mejor no tener que dar explicaciones.

        O cuando en la lista de notas de correo pendientes de leer en la cuenta de correo personal o en la profesional aparece, un poco más abajo, una nota remitida por alguien que, con absoluta certeza, poco va a tener que ver con el resto de notas. ¿Que hago?. ¿La abro?, ¿no la abro?, ¿contesto?, ¿me hago el sueco?, etc...  Ya da igual porque al final el efecto 'psicológico' perseguido al enviar dicha nota ya está conseguido. Es como dejar claro: ¡¡aquí también estoy yo!!.  A partir de ese momento ya es imposible concentrarse en el resto de temas pendientes porque las nuevas obligaciones incluidas en dicha nota (ya que, evidentemente, ¡he leído y he contestado a esa nota!) ya ocupan el primer lugar de mi lista de preocupaciones.

       Y eso por no hablar del final del día, cuando la tentación de irse a la cama es mayor y se va frenada por todas las tareas pendientes que hay que hacer, por las buenas o por las malas, antes de  intentar descansar con la ilusión de que al día siguiente las cosas serán distintas....

       Sí, estos dos últimos días han sido un poco 'durillos', pero, no sé porque, tengo la sensación de que los voy a echar de menos...     

'Micromanagement'.

        Hoy empezamos con un término que suena un poco raro: 'micromanagement'.  La gran mayoría de la gente entiende que el término 'Management'  (maldito inglés; con lo fácil que sería decir sencillamante 'Gestión') se aplica en un entorno profesional precisamente a eso, a la gestión: gestión de las cosas, de los procesos, de las personas, etc...

       Por deducción asimilamos fácilmente el término 'micromanagement' a una gestión 'fina' de todo aquello suceptible ser 'gestionado' (me niego a buscar el participo de 'management' en inglés, si es que existe). Es decir pasar de una gestión de 'trazo grueso' a varias de 'trazo fino'. Descomponer una gestión única de un proceso en una gestión múltiple de los muchos subprocesos que lo conforman.

      Hasta aquí lo 'vainilla' de la explicación. Ahora vamos a lo que en este entorno nos interesa y que no es más que la aplicación de  este 'micromanagement' a nuestra actividad más 'privada', y en concreto a una relación de Dominación/sumisión.

       Básicamente el 'micromanagement' no sería otra cosa que llevar al límite el control de un esclavo por parte de su Ama. Ésta llega a controlar hasta la más simple de las actividades de su esclavo: cuando se levanta, que hace, que come, que bebe, donde va, las veces que va al baño, a que hora sale de casa, a que hora vuelve a casa, a que dedica sus ratos de ocio (si los tiene), etc.... No hay límites ni temporales ni físicos. La distancia no importa. El horario no es una barrera. El fin de semana no existe. Las vacaciones... ¿qué vacaciones...?.

        Igualmente la permite acumular una ingente cantidad de evidencias físicas e información sensible de todas las facetas de su esclavo: personales, profesionales, familiares, privadas, etc...; y todas ellas además perfectamente validadas y verificadas. Y el esclavo, que por supuesto participa en las validaciones, es consciente de todo ello, claro.

      Aplicando tecnología, psicología y dedicación, el Ama puede llegar a monitorizar completamente (si ese fuera su deseo)  las 24 horas del día de su esclavo durante los 365 días del año. Podría saber donde pasa cada minuto de su tiempo, con quién está, de que habla, y todo lo que desee prácticamente sin límite e independientemente de la distancia física que los separe. Si ella quisiera no habría 5 minutos de la vida del esclavo que escaparan a su control, o mejor, a su 'gestión'.

      Porque lógicamente este conocimiento y este control lo que hace es armar a su Ama con todos los recursos que necesita para disponer de la vida de su esclavo en todas sus facetas, pudiendo bajar a un  nivel de control de sus actividades tan bajo como Ella desee, y, en definitiva, le da el poder de autorizar, permitir, consentir o prohibir la totalidad de dichas actividades en base a su absoluta discreccionalidad. Y esta 'capacitación' es la base del 'micromanagement'.

      No hay muchas Amas que lo practiquen y muchas menos que lo dominen. Al menos en España. yo tengo la suerte (o la desgracia) de conocer a una auténtica maestra en esta 'ciencia'.....

La libertad del esclavo.

Controversia. ¿Es libre el esclavo?. ¿Necesita ser libre el esclavo?... Veamos.

        La ventaja de le enseñanza vicaria (aprendizaje basado en la observación de la conducta del otro) es que te da experiencia, y la experiencia te da opinión. 

        Rara es la persona que puede decir, sin la certeza de que se engaña a sí mismo, que es libre en un sentido amplio de esta palabra. ¿Libre para qué?:  ¿para madrugar?, ¿para trabajar a las órdenes de alguien?, ¿para aplaudir cualquier bodrio guiado por los aplausos 'enlatados' de una serie barata?, ¿para comer o dejar de comer lo que le apetezca?, ¿para someterse a agotadoras sesiones de ejercicio físico con tal de estar dentro de lo estéticamente bien visto?, ¿para que los demás tengan buena opinión de uno?, ¿para ser una persona socialmente aceptada, aunque en el fondo le importe un comino la sociedad que lo ha de aceptar?, etc, etc, etc....

       Extraño concepto de libertad es este que en vez de darnos cada vez más opciones para elegir hacer 'en' y 'de' nuestra vida lo que realmente nos apetece o nos importa  lo que hace es imponernos cada vez más limitaciones, más obligaciones, con tal de no ser un extraño, ajeno a esta sociedad paradigma de 'libertades'.

     Y por si fuera además está la mala conciencia. Porque encima hay que aceptar todo esto con una sonrisa en la boca y diciéndole a todo el mundo lo bien que se está dentro de esté apretado 'corsé' que deja corto al propio  'retablo de las maravillas'. O aún más, engañándonos a nosotros mismos obligándonos a creer que hacemos todo esto porque queremos y porque es lo que nos gusta; porque, en definitiva, es lo que libremente hemos elegido.

     Pues bien, dejándonos de ufemismos y de falsas verdades, bendita la libertad del esclavo. Él si que ha elegido libremente entregarse totalmente y pasar a depender de la voluntad de su Ama. La sociedad no le ha empujado a ello, sino que más bien al revés, le rechazaría si fuera consciente de esta 'entrega'.

     A partir de aquí su libertad es total: libertad de obedecer total y absolutamente a se Ama. No más dudas, no más temores, no más vacilaciones. Se acabó esa mala conciencia del querer y no poder, del desear y no atreverse, de si blanco o negro.....  Si su Ama dice blanco, es blanco; si dice negro, pues negro. 

     Que mayor libertad que no tener que cuestionarse ya más si lo que se hace está mal o está bien; si  debería o no debería de comerme ese pastel. Me lo como y punto. O no me lo como y punto. Pero como ya no decido ya no me cuestiono la decisión.

     En el fondo que mayor libertad que no tener que dudar....

¿TGIF.... o no es para tanto?

Y no, no se trata de un formato de compresión de ficheros de imágenes, videos, ni nada por el estilo...

Llegó el 'finde'. Por un lado deseando que llegara y por otro temiendo que llegara. Como siempre desde hace un par de semanas todo en mi vide tiene una doble vertiente, una buena y otra... no tanto...

Por un lado es el tiempo para descansar, para dedicarse al ocio o al 'dolce far niente', para pasear, ir al cine, leer, salir a cenar, viajar, y en general para todo aquello que durante la semana, privados de la libertad de hacer lo que queramos por culpa de nuestras responsabilidades, no nos podemos permitir.

Pero por otro..., ...¡hay por otro!.....Es posible que esa falta de libertad de entre semana nos parezca la inmensidad del océano en comparación con la del fin de semana. Entonces ya no hay excusas de falta de tiempo, de obligaciones profesionales, de responsabilidades familiares, de que si esto, de que si lo otro, de que si lo de más allá.... ¡¡¡BASTA YA!!!. Hay tiempo para todo y solo es cuestión de organizarse bien para poder asumir todas, e insisto en lo de TODAS, las responsabilidades contraídas. La excepción, como tal, podrá ser autorizada, pero la excepción como norma no lo será.

En esto ya somos todos mayorcitos y cada cual ya sabía donde se metía, por lo que ahora no vale lamentarse. Hay cinco días cada semana para poder organizar los otros dos de forma que o bien no se incumplan todas aquellas tareas y obligaciones inherentes a la nueva situación o bien se asuman las consecuencias en caso de que así suceda.

De verdad....  ¿bendito fin de semana?.....

Una simple frase...

            Los días pasan o muy deprisa o muy despacio, no lo tengo claro, pero lo que es indudable es que cada día doy un paso más hacia adelante en este camino sin más retorno que el que me conceda la piedad de mi Ama.

           Poco a poco voy teniendo la sensación de pérdida de control pero además, y esto es lo más curioso, de pérdida también de miedo a dicha pérdida. En lenguaje llano sería eso de:  '..... de perdidos,.... ¡al rio!....'

           Hay momentos del día en que estoy deseando tener noticas de ella por cualquiera de los múltiples vias de comunicación que tiene firmemente establecidas conmigo: teléfono, chat, WhatsApp, mail particular, ¿mail profesional?, etc...; pero en cambio en otras ocasiones estoy rogando en silencio que me deje respirar un poco..., difícil lucha interior.


          El momento más tenso del día suele llegar normalmente por la noche, después de la cena, cuando  las obligaciones diarias están ya cumplidas y hay el suficiente tiempo y la tranquilidad necesaria como para por un lado hacer un muy detallado resumen del día con la finalidad de recabar información, evidenciar los errores, aplicar los castigos y asignar las nuevas tareas, y por otro abrir un nuevo capítulo en el que seré interrogado sobre todos aquellos nuevos temas que mi Ama ha ido preparando durante el día. Y hasta que no se dé por satisfecha de la calidad y cantidad de mis respuestas no me es autorizado irme a descansar, casi siempre pasadas las doce de la noche. Realmente duro, sobre todo teniendo en cuenta los meses que quedan por delante.

         Y todo empieza con una simple frase de entre unas pocas posibilidades:

                               - 'mmm'........
                               - Una cosa....
                               - Una pregunta...
                               - Una duda...

¿Que tocará hoy?

Imposible resistir.

       Se acabó. Como no podía ser de otra forma he acatado en su totalidad la orden que mi Ama me había asignado hace un par de días mucho antes de que se acabara el plazo que tenía asignado para ello y que había sido motivo de cierta tensión.

       Podría decir que he obedecido porque en mi interior ardía una fortísima necesidad de sumisión y un gran sentimiento de culpa por no haberla acatado a la primera, pero no sería cierto. Aún no estoy en esa fase. Al tiempo.

      He obedecido porque mi Ama ha demostrado unas dotes de 'persuasión' frente a las que cualquier resistencia era inútil. Inútil, cara y hasta potencialmente peligrosa.

     Quien manda, manda, y nada mejor que demostrarlo a la primera oportunidad para que la cosa vaya 'suave' desde el principio, por decirlo así...

     Con esta demostración de fuerza mi Ama se apunta más de un tanto ya que por un lado ha doblegado mi orgullo en la primera ocasión que ha tenido para hacerlo y por otro ha logrado apretarme aún más la correa....

Soy su esclavo, mi Ama.

No es tan sencillo....

Hoy ha sido un día un poco difícil. El problema realmente tuvo lugar ayer cuando mi Ama me encargó una tarea que no pude cumplir. Se ha enfadado y con razón.

Estamos todavía en una fase inicial de mi educación y hay cosas que no me resultan tan fáciles como otras. Sé que hay diferencia entre donde yo creo que están mis límites (no es importante de que aspecto se trate) y donde 'realmente' están, pero esto es lo que hay.

Pasar de lo supuesto a lo real no es sencillo. El esclavo ha de 'luchar' contra sí mismo, lo que no siempre sucede, y su Ama, por su parte, también ha de 'luchar' contra su esclavo hasta lograr doblegar sus resistencias y forzarle a avanzar hasta alcanzar su meta. Meta que es Ella la que, con su experiencia, ha de ser capaz de deteminar.

No hay dos circunstancias iguales, por lo que la forma de hacerlo depende de cada Ama y de cada esclavo.
Hay Amas que prefieren la persuasión confiadas en que la docilidad de su esclavo les facilite la tarea, mientras que otras por contra no dan pié a ninguna interpretación y ejercen toda su presión para lograr su objetivo lo antes posible 'laminando' de paso cualquier resistencia de su esclavo desde el principio.

Comprensión frente a Imposición. Son dos formas distintas de llegar al mismo resultado.

En mi caso he logrado una pequeña moratoria en forma de una semana adicional para obedecer la orden.

Seguiré informando.

Las cosas han cambiado mucho en mi vida en las últimas dos semanas. Ya dejé de buscar....

Ahora ya no busco. La verdad es que ya no busco porque ya no lo necesito y porque, además, tampoco tengo tiempo para buscar.

Ahora solo tengo tiempo para trabajar, para aprender y, sobre todo, para obedecer.

mi Ama es quién toma todas las decisiones y la que decide lo que puedo y lo que no puedo hacer.

Y entre otras cosas, entre otras muchísimas cosas, me ha ordenado que reactive este blog empezando con esta primera nota. Y eso estoy haciendo. Obedeciendo...

A partir de ahora iré contando aquí todo lo que ella me ordene.

Soy su esclavo, mi Ama.